
INVESTIGACIÓN SECUNDARIA
Planeación: a través de la investigación secundaria, pretendo recopilar información sólida y actualizada sobre la violencia sexual. Mi objetivo es construir una base conceptual sólida que me permita definir este fenómeno, analizar sus características y comprender su impacto en las mujeres mexicanas. Asimismo, buscaré identificar las mejores prácticas y estrategias para prevenir y atender esta problemática.
VIOLENCIA SEXUAL EN MÉXICO
Mujeres y niñas enfrentan mayor riesgo de violencia sexual debido a leyes frágiles y presupuesto insuficiente en México
México ha avanzado en derechos de las mujeres, como la legalización del aborto en 12 estados y el aumento de su participación en el gobierno. Sin embargo, la violencia contra las mujeres ha empeorado. Según estadísticas oficiales, el 49.7% de las mujeres, adolescentes y niñas de 15 años en adelante han sufrido violencia sexual, un aumento respecto al 41.3% de 2016. Se estima que la cifra real es aún mayor debido al subregistro de denuncias.
las autoridades solo investigan cuando existe "suficiente" evidencia del uso de fuerza física del agresor, la mayoría de los delitos de violencia sexual no llegan a los tribunales, provocando una impunidad generalizada. (CEJIL, 2024).
Las sobrevivientes de violencia sexual enfrentan varios obstáculos para acceder a la justicia, como la carga de la prueba recayendo en ellas y la posibilidad de que las autoridades disuadan la denuncia. Además, enfrentan la falta de confianza en la policía, amenazas del crimen organizado, una cultura machista y altos costos legales. Otra barrera es la figura del "perdón" en los delitos de violencia sexual, que permite a las víctimas o sus tutores legales pedir el cese del proceso penal, lo que puede generar presiones y coacciones. ALIADAS recomienda modificar los códigos penales para eliminar esta opción y garantizar que se considere el contexto de la violencia.
En México, la figura del estupro permite que los agresores de adolescentes menores de 18 años enfrenten penas más leves que las aplicables por violación. Este delito persiste en 28 estados, lo que crea una brecha legal grave para las adolescentes. El estupro se usa a menudo para evadir la justicia, ya que las penas son mucho menores que las de violación. Se recomienda modificar la definición de violación y derogar el delito de estupro, ya que perpetúa estereotipos nocivos sobre las adolescentes e ignora la dinámica de poder desigual, permitiendo que los agresores evadan las consecuencias de sus actos.
Los recortes presupuestarios del gobierno han afectado los programas de igualdad y prevención de violencia de género, especialmente las Casas para Mujeres Indígenas y Afromexicanas (CAMIS), que han sufrido reducciones de fondos desde 2021. Esto impacta principalmente a las mujeres indígenas y afromexicanas sobrevivientes de violencia. ALIADAS insta a México a garantizar recursos suficientes para estos programas, asegurando el acceso a la justicia desde un enfoque intercultural.
Conclusiones
ONU México hace un llamado a eliminar todas las formas de violencia sexual contra las mujeres y las niñas
La violencia contra las mujeres y las niñas es una de las violaciones más graves de los derechos humanos, extendida, arraigada y tolerada en el mundo. Esta violencia es tanto causa como consecuencia de la desigualdad y de la discriminación de género. A nivel global, 1 de cada 3 mujeres han sufrido violencia física y/o sexual y en algunos países esta proporción aumenta a 7 de cada 10
A nivel nacional 19.2 millones de mujeres fueron sometidas en algún momento de su vida a algún tipo de intimidación, hostigamiento, acoso o abuso sexual.
Por cada 9 delitos sexuales cometidos contra mujeres, hay 1 delito sexual cometido contra hombres.
En 2018, 711,226 mujeres fueron víctimas de delitos sexuales en México, de las cuales 40,303 sufrieron violación y 682,342 enfrentaron otras formas de agresión sexual, como hostigamiento o intento de violación (UNICEF, 2025).
Todas las mujeres y las niñas están expuestas al riesgo de ser víctimas de violencia sexual. Sin embargo, la intersección de diferentes características o factores contextuales como la pobreza, etnia, discapacidad, estatus migratorio, situación de desplazamiento, entre otros, aumentan su vulnerabilidad y las condiciona a enfrentar barreras adicionales para acceder a la justicia o a servicios de apoyo.
Naciones Unidas y la campaña ÚNETE instan a tomar medidas que se centren en la prestación de servicios accesibles a todas las sobrevivientes de violencia sexual y violaciones con especial énfasis en:
Garantizar servicios a las mujeres y las niñas con enfoque centrado en las sobrevivientes: Las respuestas deben estar centradas en las sobrevivientes, y deben ser oportunas y eficientes para poner fin a la cultura imperante de impunidad y fomentar una cultura de acceso a la justicia y apoyo, sin revictimización.
Considerar el consentimiento: Es fundamental que la ausencia de consentimiento sea el componente central en la definición de actos de abuso sexual, violación, violación conyugal, violación en una cita o encuentro y toda forma de acoso sexual, teniendo en cuenta además la relación de poder entre agresor y víctima.
Promover el cambio cultural: Para cambiar la cultura machista y que tolera la violencia sexual, definitivamente necesitamos liderazgo de los hombres, pero también del gobierno, sector privado, empleadores, líderes y lideresas sociales, celebridades y sociedad en general.
Conclusiones
REFERNCIA: UNICEF. (2025). ONU México hace un llamado a eliminar todas las formas de violencia sexual contra las mujeres. Recuperado el 5 de febrero de 2025, de https://www.unicef.org/mexico/comunicados-prensa/onu-m%C3%A9xico-hace-un-llamado-eliminar-todas-las-formas-de-violencia-sexual-contra
Violencia sexual y problemas asociados en una muestra de usuarias de un centro de salud
La violencia sexual es un problema global, pero su alcance es difícil de medir debido a diferencias en definiciones y metodologías. Además, factores como la normalización social, el miedo a denunciar, el silencio de las víctimas y la impunidad dificultan su documentación. En contextos de guerra, la violación se usa como arma, y en tiempos de paz, la falta de protección institucional agrava la situación.
• A veces las mujeres no reconocen la violencia sexual que han experimentado como una violación o como otro tipo de abuso debido a que el contexto sociocultural normatiza, minimiza, tolera o promueve estos actos;
• con frecuencia las mujeres no reportan estos delitos al sistema de salud o de justicia por vergüenza, miedo de la reacción de los funcionarios o prestadores de servicios y temor a las consecuencias que pueda tener su denuncia;
• las mujeres tienden a guardar silencio si se les pregunta sobre sus experiencias de violencia sexual. Esto ocurre más marcadamente en los casos en que estas experiencias han sido llevadas a cabo por familiares o en el contexto de una situación íntima;
• en ocasiones la violación es utilizada en situaciones de conflicto como arma de guerra, y es muy difícil documentar su existencia. Sin embargo, la violación masiva de mujeres ha sido reportada en países como Bangladesh, Camboya, Liberia, Uganda, Perú, Somalia, y Bosnia, y
• la violencia sexual también puede ser cometida en contextos en los que, aunque no hay una situación de guerra, interna o externa, las mujeres no están protegidas por el sistema de justicia u otras instituciones como el ejército o la policía. Inclusive, esta violencia puede ser tolerada o ejecutada por miembros de estas organizaciones. Esta violencia es también, sin duda, muy difícil de registrar.
En cuanto a la relación violador-víctima, el sexo y la edad de las víctimas, en el país se encuentran tendencias similares a las del continente: la mitad de los casos ocurren en niñas y adolescentes. Considerando que 70% de los agresores son miembros de la familia o amigos –particularmente figuras paternas– y que la mitad de estos delitos ocurren en las casas de las víctimas, se infiere que está "privacidad" ha favorecido el encubrimiento y la impunidad.
Asimismo, se ha reconocido que las consecuencias de la violencia aumentan cuando el agresor es un familiar o conocido debido a la ruptura de confianza, lo que puede entorpecer la posibilidad de ofrecer ayuda. Si además la violencia sexual ocurre en edades tempranas, parece existir un mayor riesgo de desarrollar diversos problemas tales como la fuga del hogar, el fracaso escolar, la drogadicción, los sentimientos de hostilidad y desconfianza, la insatisfacción sexual y los embarazos no deseados.
Conclusiones:
REFERENCIA: Ramos-Lira, L., Saltijeral-Méndez, M. T., Romero-Mendoza, M., Caballero-Gutiérrez, M. A., & Martínez-Vélez, N. A. (2001). Violencia sexual y problemas asociados en una muestra de usuarias de un centro de salud. Salud publica de Mexico, 43(3), 182–191. https://doi.org/10.1590/S0036-36342001000300002